Redactado por Ozewa
Este es uno de esos discos tan antiguos, que difícilmente alguien podría querer leer una reseña sobre él.
Tierras de Leyenda es, a mi juicio, el
LP que consolidó definitivamente el estilo que
Tierra Santa mostraría en sus dos álbums posteriores
(Sangre de Reyes, Indomable); y que venía creando desde aquel lejano
Medieval, y que ya cosechaba grandes frutos con
Legendario.
Un disco que, marcó un antes y un después en la banda. Con éxitos como La Canción del Pirata, Una Juventud Perdida y Sodoma y Gomorra, este LP supo ganarse su lugar en el tiempo. Y es por eso que hoy he decidido reseñarlo.
Además, como sucede con casi todos los artistas de metal, siento que sus
primeros álbums son mucho mejores que los actuales. Antes si un disco
traía once canciones, traía once joyas. Hoy por hoy, un disco puede
tener veinte, y si apenas tres son realmente buenas es destacable.
Lamentable.
Esta es una de mis bandas favoritas, y una de las que más tiempo llevo escuchando. Me encanta el romanticismo que impregna a cada una de sus canciones, esa rebeldía, ese amor por la libertad, ese deseo de vivir la vida, que es inherente a cada una de sus canciones; la visión utópica del mundo. En fin, podría pasarme el día hablando de líneas como "tan sólo es dulce la venganza si no llega a su final, porque acabar esta locura es la ira alimentar", "Nunca harán mi pierna arrodillar, aunque el dolor atormente mis heridas", o bien, "Viajar sin miedo a naufragar, y una bandera sólo izar: libertad"; entre muchas otras.
Bien, considero que este fue el LP donde Tierra Santa comenzó a ver todo desde ese punto de vista romántico, que ya se venía notando desde temas como El Bastón del Diablo (Legendario) o El Reino de los Sueños (Medieval), pero que no era su punto fuerte hasta cuestionamientos como el de Sodoma y Gomorra, donde se pone en tela de juicio el albedrío con líneas como "Sodoma y Gomorra, la tierra de un dios que no supo aceptar su falso derecho a la libertad"; o con La Momia, donde se pone abre el debate acerca de si el vivir por siempre es una maldición más que una bendición; y -más claramente- en La Canción del Pirata, una versión musicalizada del poema romántico -homónimo- por antonomasia de José de Espronceda.
Justamente esa fue la primera canción que escuché de los riojanos. Inevitablemente me llevó a escuchar todo el cd, y la sorpresa que me llevé fue mayúscula. Y, por si no es evidente, aún estoy encantado con él.