[Reseña] [LP] Ghost B.C. - Infestissumam

Redactado por Ozewa  

Hoy les traigo una reseña de un LP un tanto controvertido. Esto último se debe a que el álbum pertenece a una banda que ha tenido una crítica muy contrapuesta. Hay quienes dicen que es demasiado buena y otros que señalan que es horriblemente mala.

Yo soy de los primeros. Aunque debo admitir que, en un comienzo, Ghost B.C. no me gustó para nada. Simplemente, no me cautivó; pero con el tiempo aprendí a tomarle el gusto. Y es que no hay nada mejor que una buena oída a este disco para amenizar un largo viaje o, asimismo, una buena lectura. Sencillamente, porque transmite sensaciones muy relajantes, exquisitas y hasta placenteras.

¿Quizá su música es demasiado difícil de digerir? Diría que es eso lo que tiene a la crítica tan dividida. No por nada me llevo casi medio año entender a esta banda. Probablemente, la razón principal es que, como su música se aleja tanto del heavy metal en algunos tramos, el oyente no recibe lo que espera encontrar -una dosis de energía, poder y brutalidad-, sino que se sumerge en una atmósfera sombría, delirante, densa y -quizá- tétrica; pero exquisita y llena de variados matices, más exquisitos aún. Así es, Ghost es una banda que hay que saber entender.


Llegué a descubrir esta banda porque, justamente, me intrigó la doble opinión que existía al respecto. Más aún me intrigó la extraña puesta en escena, y el hecho de que de sus vidas no revelaran ni sus nombres (más tarde me enteraría que esto era para que sus fanáticos sólo se preocuparan de su arte, lo cual es realmente notable).

El primer y -me perdonarán- único disco que escuché de los suecos fue el que a continuación reseñaré: Infestissumam.

¡Vamos al review!

 

Título: Infestissumam (El más hostil)

Artista: Ghost B.C. (Suecia)

Género: Heavy Metal / Hard Rock  (Psicodélico) ; Revival

Sello Discográfico: Loma Vista Recordings

Fecha de Lanzamiento: 09 de abril de 2013

Formación (a la fecha):

Voz: Papa Emeritus II

Guitarra: Nameless Ghoul (Fuego)

Teclados: Nameless Ghoul (Aire)

Guitarra Rítmica: Nameless Ghoul (Éter)

Bajo: Nameless Ghoul (Agua)

Batería: Nameless Ghoul (Tierra)

Lista de Canciones:

01. Infestissumam - 01.42

02. Per Aspera Ad Inferi - 04.09

03. Secular Haze - 05.08

04. Jigolo Har Megiddo - 03.59

05. Ghuleh / Zombie Queen - 07.29

06. Year Zero - 05.51

07. Body and Blood - 04.44

08. Idolatrine - 04.24

09. Depth of Satan's Eyes - 05.26

10. Monstrance Clock - 05.53

Duración Total del Álbum: 48.45

Video Promocional:

 

Luego de casi tres años de lo que su polémico y exitoso disco debut, Opus Eponymous, viera la luz del mundo y fuera alabado por músicos como Dave Grohl (Foo Fighters, ex-Nirvana), Phil Anselmo (Down, ex-Pantera) y James Hetfield (Metallica); Ghost -que pasaba a llamarse Ghost B.C., debido a problemas legales- lanza, en el año 2013, su segundo disco: Infestissumam (en latín: el más hostil). Un disco igualmente controvertido, no sólo por los motivos anteriormente mencionados, sino también por las osadas ilustraciones y letras (ambas tachadas de satánicas), además de la puesta en escena.

Ahora Papa Emeritus I, pasaba a ser Papa Emeritus II. Un total acierto comercial, debido a que esto fue tras la noticia de que Joseph Ratzinger (conocido como el Papa Benedicto XVI), se retirara de su puesto como jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, pasando a ser un Papa emérito.

A veces pienso que esta banda se ha ganado rápidamente la fama, gracias a las polémicas que siempre genera. Luego recuerdo que es una banda única y que, pese a ser revival, posee un sello muy personal. Probablemente, esto último se deba a la variedad de influencias que los, sin duda, veteranos músicos de Ghost juntan en un gran resultado final, coherente y cohesivo; sólo que un poco difícil de digerir.

El álbum comienza de una manera muy particular, que atrapa desde aquel primer momento: canto gregoriano. "El padre, el hijo, y el espíruto malo", son las primeras líneas del track homónimo, Infestissumam, coreadas por voces viriles que realmente impresionan. La sorpresa es aún mayor cuando aparecen las voces blancas, y más tarde las guitarras y el resto de los instrumentos, los cuales generan un estilo que se torna muy psicodélico al mezclarse con los coros. 

Aquí la banda ya comienza a definir su sello: jugar combinando lo que parece ser incombinable; deleitarnos con unas melodías por la derecha y otras, simultáneamente, por la izquierda.

La llegada de Per Aspera Ad Inferi, es completamente repentina, pues el primer tema es una intro que, como en muchas bandas de metal conceptual, termina en lo que comienza el segundo. Luego de ello, desencadena un riff que es un tanto engañador, ya que nos hace creer que se aproxima un tema pesado, algo que es efectivo, pero no del todo. Más tarde, comienza el verso y la particular voz de Papa Emeritus, así como los órganos, definen un estilo más light, pero que se torna denso en algunos tramos, especialmente en los interludios. El órgano es lo que más destaca en esta canción. 

Cabe decir que el tema puede tornarse demasiado repetitivo, especialmente por el coro, pero no es malo después de todo.

Luego del cortado final del segundo track, comienza Secular Haze con unos órganos carnavalescos (¡otra gran locura de los suecos!) que dan paso a un riff intencionalmente disonante y, más tarde a un verso un poco más potente que los de Per Aspera Ad Inferi. Este último, vuelve a caer en el estribillo, el cual es acompañado por unos rápidos arpegios de guitarra, donde se pierde un poco la energía que el tema transmitía, pero no la densidad del mismo. El estribillo termina con una agresiva y reprimida voz, que es el nexo para comenzar un interludio que se acaba de forma abrupta. Tras repetirse el riff inicial, que sin duda es el gancho del tema en cuestión, otro verso da paso al estribillo final.

Aparte del pobre final y que el verso es mejor que el coro, no tengo más quejas. Un buen tema, aunque parejo y un tanto aburrido.

Por lo general, sucede que el cuarto tema de cada disco es uno de mis favoritos y este caso no es la excepción. Si hasta aquí el sonido de Ghost te había parecida aburrido, plano y/o flojo. Te aseguro que Jigolo Har Megiddo te hará cambiar de opinión. Comienza con un enérgico y swingueado riff de guitarra, que da paso a un verso donde... ¡sorpresa! no decae la linealidad de la canción. Lo mismo pasa al llegar al estribillo y, más tarde, al solo. 

Una canción quizá más convencional, pero que no deja de sorprender, sobretodo por algunos pasajes más sombríos. De nuevo destacan el sonido del teclado -llegando al final- y la particularidad de la voz; pero en esta ocasión, destacan muy especialmente las guitarras, que marcan el sello de la canción; y el bajo, que es realmente notable. Un final, excelentemente concluido; que deja con ganas de escuchar un poco más y que culmina lo que sería el primer tramo de Infestissumam.

Ghuleh / Zombie Queen es un tema realmente difícil de comprender. La primera vez que lo oí no entendí prácticamente nada y, debido a ello, no me gustó. Ya con el tiempo, no sé exactamente cómo, lo volví a escuchar y me parecía, simplemente, genial. Una dosis de relajo y placer auditivo marcan la primera parte de este track, que luego se transforma en uno de los temas más potentes, enérgicos y grandilocuentes del álbum.

La extendida introducción -que dura cerca de tres minutos- nos entrega un momento de música armoniosa y melódica, algo que se agradece bastante luego de lo densos temas con los que empieza este LP. El tema comienza con el exquisito sonido de un piano, y más tarde da paso a una susurrada y arrastrada voz. Más adelante, un pasaje en organ es acompañado por un suave rasgueo de guitarra. A este le sucede un solo melódico (que es diferente en cada oído) en el mismo instrumento, y luego se repite el ciclo.

Ya en el minuto tres, un órgano church da paso a la segunda parte de este tema. Rápida, potente y sorprendente por la gran cantidad de matices, timbres y sonidos que se entremezclan sobre un particular riff de guitarra. Durante este tramo se evidencian algunas influencias del folk estadounidense. El verso es muy atrapante, y realmente destacable.

Más tarde, con el mismo church organ comienza el coro, el cual es totalmente notable. Uno de los pocos de Infestissumam -y el único hasta la hora- que realmente constituye un buen gancho.

La canción continua y luego de un interludio repite el estribillo, esta vez sólo con las voces corales; para luego recuperarse y volver con más poder que antes, sumándose un teclado cuyo sonido completa y culmina la rica atmósfera generada hasta entonces. Finalmente, el track termina de manera muy potente, repitiendo la base del coro.

Un tema realmente destacable, aunque sigo sin entender del todo los motivos que podrían haber tenido para agregar la tan extendida intro, que es totalmente antitésica al resto de la canción. Me es inevitable pensar que hubiese dado mejores resultados si hubiesen estado en pistas separadas. ¡Venga a saber quién el porqué de esta decisión!, después de todo, es esa introducción la que define el carácter -más armonioso y melódico que denso y sombrió- del tema.

Sí algún fragmento de alguna canción, hasta aquí, te podría parecer algo inquietante y/o tétrico, Déjame decirte que aquel sentimiento no es nada comparado con lo que te hará sentir Year Zero. Uno de los temas más exitosos del disco, pero también uno de los más espeluznantes. 

Y es que este tema pone los pelos de punta desde el primer momento. "Belial, Behemoth, Belzebú, Asmodeo, Satanás, Lucifer", corea la primera línea, como quien invoca a los seis demonios: como quien invoca a Legión. Atrapante, inquietante y potente en sí misma. Esa es la intro del sexto track.

El disco ya ha tomado un sonido fresco, aunque manteniendo la línea. Eso es lo que demuestran las guitarras que dan el inicio instrumental de la canción. Ya los temas densos quedaron atrás, y ahora comienza una secuencia de temas más suaves; pero mucho más inquietantes. 

Year Zero cautiva enormemente con su trabajado verso, y con un estribillo que produce entre fascinación y terror; pero que igualmente dan ganas de cantar. Como las garras del mísmisimo demonio, este tema maravilla con su increíble elegancia y stylish, además de la revelación de oscuras verdades. Una atmósfera demasiado especial, una sensación de misterio constante. Todo en este tema es místicamente hermoso. Las palabras se me hacen pocas: Year Zero es indescriptible.

Luego del extraño final de la que sería la opera magna de Infestissuman (quizá de Ghost), llega a nosotros un tema muy rico en sonido y matices. Body and Blood está en una tonalidad más alta, es más sensual, tiene más cortes -los cuales hacen que el oyente le preste atención constantemente- y, a diferencia del resto de las canciones, no presenta una pizca de grandilocuencia. 

La canción comienza con un FX que realiza una melodía de esas que parecen pertenecer al inconsciente popular: “me suena, pero no sé  de donde”; la cual es detenida por las guitarras. Luego de un corte, comienza el verso: agradable, fluido y de melodías a las que no les preocupa quedar sonando. El estribillo hace su aparición de manera magistral, tras el sonido de un par de notas altas en piano que constituyen un excelente arreglo.

Si algo me encanta de este tema es la aliteración que ocurre en el ya mencionado estribillo. Primero con el sonido de la b y luego con el sonido de la s, que es pronunciada con extraño énfasis; aliteración que hace de él un coro muy divertido de cantar. Además, las guitarras que presenta son de lo mejor.

El estribillo termina y comienza un agradable solo de guitarra, que luego da paso a un verso, y más tarde da paso a la repetición del coro. Una onda muy rica, que es detenida por un interludio que, si bien es denso, no está demás.

El coro se repite, tras otro pequeño solo y el tema finaliza a capella, mucho antes de lo pronósticado; dejando al oyente con ganas de darle replay. Un excelente tema, muy rico en matices. Los cuales, sin duda, son entregados por la guitarra melódica; que es realmente notable.

Llegamos a la octava pista: Idolatrine. Una psicodélica introducción da paso a un verso muy al estilo de Jigolo Har Megiddo, pero más calmado. Todo fluye muy bien en este tema que tiene reminescencias de la atmósfera transmitida por Body and Blood. Así, sin mucho ruido, aparece el primer estribillo, que es seguido por el mismo riff de la intro y luego por unos extraños, pero no incomprensibles, coros.

El ciclo se vuelve a repetir hasta que, de la mano de unos ricos teclados, llegamos a lo que constituiría un segundo estribillo, que parece ser el verdadero gancho del tema. Y es que la línea "suffer little children" es la que más se queda en la 'retina auditiva' tras escuchar esta canción. 

Un calmo solo de guitarra da paso al coro final, en el cual tanto el primer, como el segundo estribillo, aparecen. El tema culmina de manera excelente, siendo uno de los pocos realmente bien concluídos. En este track lo más destacable son los teclados. Una buena canción, sin nada especial.

Un atractivo y pesado riff marca el inicio de Depth of Satan's Eyes. Uno de los pocos temas que tiene una línea bien definida y el único que podría ser etiquetado, con claridad, como heavy metal. Del más clásico, de hecho. Duro, oscuro, directo al hueso.

No puedo dejar de señalar que a ratos me recuerda a Judas Priest. Especialmente por la forma de cantar que adopta Papa Emeritus, sobretodo en el crudo y potente estribillo, y en el verso post estribillo, donde hay una clara influencia de Rob Halford, sobretodo cuando pronuncia palabras como "vortex".

Luego de un delirante interludio, hay un tercer verso, que va en la misma línea que el primero, pero más pesado. Un pequeño solo se interpone entre este último y el estribillo final. Que, si bien, puede ser más atrapante aún que el primero, es un poco disonante. El tema termina con un fade out, al más puro estilo de Dio en los 80s. Buenísimo.

Para cerrar el disco está Monstrance Clock. Un ganchero verso nos introduce otra vez al mundo clásico de Ghost B.C., cargado de sonidos del antiguo pop. Más tarde una sutil guitarra ameniza el ambiente y comienzan los primeros dos versos. Estos dan paso al estribillo, el cual está acompañado por ricas melodías en guitarra, las cuales pronto decantan en un psicodélico solo. 

Tras terminar el solo, un par de versos más, dan paso al segundo y último coro, en el cual se recurre al viejo recurso del canto a capella, dejando sonar un par de instrumentos, sin una base; para más tarde volver con toda la potencia. En este último destacan especialmentente los teclados, además de algunos efectos bien psicodélicos que suenan por ahí.

Finalmente, la canción y el disco culminan con las líneas "vamos juntos, juntos como uno; vamos juntos por el hijo de Lucifer", que son acompañadas por un simple órgano; dando a entender que el álbum se acabará pronto. 

¿Quién es ese "hijo de Lucifer" al que irán a buscar? Bueno, es aquel cuyo nacimiento se anunciaba en el primer track con las líneas "Anti Cristus, Il filio de Sathanas: Infestissumam". Es el niño ilustrado en la tapa del LP. Es el más hostil.

Un final realmente exquisito y que, de estarlo cantando, quizá te provoqué pensar el álbum te ha hecho caer en las garras de Satán. Claramente, el fuerte de este disco es la atmósfera que transmite.

 

¡Uf! Ese review si que ha sido extenso y detallado. Por ello, me limitaré a justificar las califaciones de manera mucho más breve que de costumbre.

 

Si bien la intro y el ending son dos verdaderas obras maestras: apoteósicas, grandilocuentes y muy bien puestas en contexto; el desarrollo del disco no es de lo mejor. A mi juicio, el orden de las canciones no fue el correcto.

En la contratapa del álbum definen a los tracks uno al cinco como la "cara A" y del seis al diez como la "cara B". Esto podría ayudar a dar un mejor orden al álbum. Sencillamente, porque la cara A es más densa y cruda, y la cara B -mi favorita- más grandilocuente y sutil. Ambas partes tendrían un estilo claramente definido, y cuajarían relativamente bien en sí mismas. El problema es entre la una y la otra.

Además, el hecho de que las primeras tres canciones (sin contar el track homónimo) sean tan densas, hace que las probabilidades de querer tirar el disco a la basura apenas comenzamos a oírlo, sean más altas. Personalmente, hubiese puesto un tema tipo Year Zero al comienzo, eso si que engancha.

CALIFACIÓN: 5.0

 

No voy a analizar este punto como si de música docta se tratara, por la sencilla razón de que Ghost no es música docta. Es música popular.

La composición es buena, pues presentan muchos matices de variadas influencias. Muestran toques del pop más sesentero, y del hard rock más setentero, así como otros del death metal ochentero. Las bandas a las que ellos han señalado como parte de su inspiración van desde Abba, hasta Venom; pasando por The Beatles, Pink Floyd, The Doors, Led Zepellin, Dead Kennedys, Sex Pistols, Deep Purple, Black Sabbath, Mercyful Fate, Nihilist, y un largo etcétera. 

Los arreglos son sin duda excelentes, y es que cuando de crear atmósferas se trata; parece que los músicos de Ghost, saben exactamente dónde poner qué cosa.

Lo único de lo que podría quejarme -aparte de lo denso de algunos temas- es que, salvo por excepciones como Year Zero o Ghuleh / Zombie Queen, los versos suelen ser mejores que los estribillos. Un punto bastante crítico.

CALIFICACIÓN: 5.0

Infestissumam es un disco totalmente conceptual. Constantemente se abordan las temáticas de la secularización, el satanismo, el misticismo, la oscuridad y la religión. Temáticas que van de la mano con la puesta en escena de la banda.

Si bien es posible tachar a Ghost de "satánicos" o de "polémicos", a mí me parece una visión demasiado reduccionista de las cosas. Sus líricas están impregnadas de oscuridad, es cierto; pero ellos abordan el tema de la blasfemia con una postura elegante y quizá hasta intelectual, nunca con la intención de generar polémica, y casi como si de convicciones religiosas personales de los músicos se tratara. Según palabras de ellos mismos: "[Para nosotros,] todo lo que es blasfémico o diabólico (...) simboliza la expresión, la vida, la rebelión. (...) El satanismo es un símbolo de iluminación, intelectualidad y cultivo del conocimiento."

La conceptualidad del disco queda totalmente clara, sobretodo al considerar a la portada, y el primer y último track como partes fundamentales de un todo. Sin embargo, parte de esa conceptualidad se pierde, pues algunos temas se desvían del camino principal. Un ejemplo de ello sería Ghuleh / Zombie Queen.

CALIFICACIÓN: 6.5

La interpretación parece no ser el fuerte de Ghost. Aún así, son buenos intérpretes. Las letras son planas y la forma de cantar de Papa Emeritus rara vez cambia, sin embargo, cuando cambia lo hace en la oportunidad precisa y da a la perfección con la tónica y con el registro. Asímismo, las guitarras ponen las sutíles y fluídas melodías cuando una canción lo requiere, y el órgano aparece en los momentos adecuados con el toque exacto.

Por otra parte, si bien el sonido es poco vanguardista y el disco pareciera haber sido grabado hace mil y un años, es esa la intención de la banda, pues es una banda revival y ellos quieren sonar vintage.

CALIFICACIÓN: 6.0

Ghost B.C. es una banda revival, eso es un hecho; pero también es un hecho, que no es cualquier banda revival.

 

Y es que su particular estilo ha sido alabado por famosos músicos de estilos muy distanes (el ya mencionado Dave Grohl, por ejemplo; versus el -también mencionado- Phil Anselmo). Esto se debe a las variadas influencias que los suecos juntann su música; factor que también a permitido a Ghost ganarse un público muy diverso: formado no sólo por gente joven, como lo haría una banda nueva; ni sólo por gente mayor, como lo haría una banda revival.

Un estilo que evoca recuerdos, pero con un componente fresco; aunque criticado por muchos por tener demasiada similitud con bandas como Blue Öyster Cult o Mercyful Fate, y por hacer uso de temáticas que en el heavy metal, ya a estas alturas, están más que manoseadas.

CALIFICACIÓN: 5.5

 

Esta vez he puesto una nota algo más baja, pero no mala. El disco tiene buenas canciones, algunas excelentes, pero si lo vemos como una sola obra, podría dejar mucho que desear. Hay temas que de escucharlos de corrido -como un todo-, me terminan cansando. A mi juicio, la debilidad más evidente de este álbum sería esa: las canciones parecen ser más agradables cuando se oyen separadas que cuando se escuchan todas juntas. Mal ahí, pero bien en (casi) todo lo demás.

Nuevamente, si han llegado hasta acá, ¡les doy las gracias! Son ustedes, los lectores, lo que hacen que un blog, sea un buen blog.

Sin nada más que decir, me despido. ¡Que les vaya bonito!.

Ozewa.-