sábado, 29 de marzo de 2014

[Reseña] [LP] Tierra Santa - Sangre de Reyes

Redactado por Ozewa
Anteriormente ya les hablaba de Tierras de Leyenda. Un LP que, pese a ser bastante antiguo, merecía un buen review, pues había sido determinante a la hora de definir un estilo para los riojanos Tierra Santa.

Esta vez les traigo una reseña acerca del álbum posterior a Tierras de Leyenda: Sangre de Reyes. Pero, ¿porqué un disco lanzado el año 2001 podría ser interesante de reseñar?, la razón es simple: este LP es aquel con el que Tierra Santa consagró su éxito y terminó por pasar, definitivamente, a la historia de las grandes bandas del heavy metal hispano.


Descubrí este disco, mucho después que su predecesor. Llevaba bastante tiempo escuchando a los españoles y había escuchado (aunque sueltas) casi todas sus canciones. Me gustaban -probablemente a causa de la importancia histórica y/o mitológica de las temáticas- grandes temas de este álbum, tales como: David y el Gigante, Pegaso, Juana de Arco y El Laberinto del Minotauro.

Con el tiempo aprendí a disfrutar no sólo de las temáticas, sino también de la belleza poética que Tierra Santa mostraba en cada una de sus líneas. Asimismo, la increíble música que estos sujetos hacían.
En verdad, siento que no hacen nada sobrenatural, ¡pero vaya que es un gusto escucharles!.

 

 

Título: Sangre de Reyes
Artista: Tierra Santa (España)

Género: Heavy / Power Metal ; Épico ; Melódico

Sello Discográfico: Locomotive Records
Fecha de Lanzamiento: 2001

Formación (a la fecha):
Voz, Guitarra: Ángel San Juan (letrista y compositor principal)
Guitarra: Arturo Morras
Bajo: Roberto Gonzalo
Teclados: Paco
Batería: Iñaki Fernández

Lista de Canciones:
01. David y el Gigante - 5.33
02. La Ciudad Secreta - 3.44
03. Pegaso - 4.03
04. Juana de Arco - 4.25
05. La Sombra de la Bestia - 5.13
06. Dos Vidas (Prólogo "La Armada") - 2.08
07. La Armada Invencible - 4.23
08. El Laberinto del Minotauro - 5.07
09. El Amor de Mi Vida - 4.53
10. Mi Tierra - 3.47
11. Sangre de Reyes - 4.21

Duración Total del Álbum: 47.37



Video Promocional:





Tan sólo un año después del álbum que contendría -sin desmerecer a Legendario- muchos de sus grandes éxitos, Tierras de Leyenda, la banda riojana lanza a la venta su cuarto LP: Sangre de Reyes
Un disco donde abundan las líneas melódicas, casi como si fuera una regla inquebrantable que, entre verso y verso, debiera haber alguna. Además, se incorporan las segundas voces como un componente importante de la banda, pues casi todas las canciones están acompañadas en sus coros de choirs, así como las voces femeninas destacan tras la línea principal de Ángel San Juan en temas como El Amor de Mi Vida, o El Laberinto del Minotauro; e incluso son utilizadas voces pseudo-guturales en un pasaje de Pegaso.

Las temáticas míticas, bíbilicas y legendarias siguen siendo la principal vertiente. Y los pasajes altamente poéticos, útopicos, filosóficos, y/o románticos (esta vez más propios del romanticismo tardío, del amor romántico) abundan en este LP. Y es que no podemos dejar pasar inadvertidas líneas como la de David y el Gigante, "Porque el reto no está en poder ganar al gigante, sino en poder superar el miedo a enfrentarse con él"; ni la belleza retórica en las líricas de El Amor de mi Vida, Dos Vidas, o -un tema que me recuerda particularmente a mi país- Mi Tierra; ni mucho menos la conmovedora y dramática historia de La Armada.


El disco comienza con unas sencillas líneas melódicas en piano -bastante soft-, que sirven de preludio, pese a estar en la misma pista, a David y el Gigante. Más tarde comienza un pequeño riff y de a poco el sonido más rockero va ganando terreno, hasta que comienza el verso. Esta es la historia de un rey que fue pastor antes de gobernar. Nuevamente la temática bíblica se instaura en las líneas vocales de Tierra Santa. Un tema muy convencional, melódico, y con un estribillo que engancha bastante.

Un solo que pasa casi desapercibido, pues es más bien un interludio, da paso al último verso. Que da paso al precoro, y este al último estribillo. Un buen final, al menos para un primer tema; pues deja el ambiente un poco más prendido.


Con unas guitarras melódicas que más tarde se transforman en un potente riff comienza La Ciudad Secreta. Canción que habla sobre los primeros cristianos, aquellos que debían refugiarse en las catacumbas a la hora de difundir y enseñar su evangelio. “Y poder recordar que un día fueron mártires”, una letra realmente épica, en una canción cuyos teclados y voces de fondo, dan una gran profundidad. 

Realmente este track me hace viajar a la época, y una gran cantidad de imágenes pasa por mi cabeza cuando oigo este temazo. Existe una hermosura detrás de sus letras, y es que pareciera ser que cuando se habla de la historicidad de la religión cristiana todos se acuerdan de la inquisición y casi nadie recuerda la época donde el imperio romano se divertía asesinándolos.

Un estribillo que realmente dan ganas de corear, sobretodo por la gran componente que implican las voces de fondo; y que además, a quienes somos cristianos, nos llenará el pecho de orgullo. Un solo muy fluido, exquisito. Así como líneas maravillosas, y buenos versos; son la tónica de esta canción, donde sólo queda hacer especial mención a la potente batería. Un buen final.


Desde aquí comenzamos a notar que las canciones, en este disco, parecen un poco más distantes, solemnes, bellas  y suaves. Pero por sobretodo, profundas.


El tercer track, Pegaso, aparece ya con más potencia. Un gran riff con nota pedal, que más tarde es acompañado por un beat de batería común -pero potente-, marcan el inicio del relato musicalizado de la leyenda que nos cuenta que un caballo alado surgió”. El tema es, sencillamente, genial.

Se enaltece, quizá demasiado, al conocido Pegaso, hijo de la sangre de Medusa, obra de Poseidón. Abundan en él hermosas frases poéticas, tales como: Corazón de leyenda”, Un manto de nubes su vuelo envolvió y en la noche brilló como brilla una estrella”, o Busca su destino, más allá de la realidad; donde reinan los héroes (...)”.  

Volviendo a la parte musical, es un tema fuerte, potente. Tiene un tremendo solo, así como un coro que engancha. Es además muy melódico; y quizá hasta innovador, pues -como señalaba anteriormente- utiliza voces guturales de fondo en su último precoro. El final es tremendo.


Las palabras se me hacen pocas para describir la sensación que emana en cada una de las canciones de este disco. Y es que todas ellas me atrapan, me envuelven y me transportan a ese mundo de fantasía creados en sus líricas.


El cuarto tema, Juana de Arco, es uno de los temas que escucho desde hace más tiempo. No sé que fue lo que me cautivó en él para aquel entonces, pero hoy en día tengo muchas razones para decir que este tema es uno de los más completos en todo Sangre de Reyes. ¿Porqué? Sencillamente, porque abarca una gran gama de temas, tales como la religión, a la política, la guerra, y la filosofía; teniendo muchas aristas.

La historia de Juana de Arco, es bastante conocida. Así como su injusta muerte. Eso es lo que este tema critica. El hecho de que hayan juzgado a una mujer como Juana en “un juicio de hombres”, por decir que oía a Dios”.

Desde el punto de vista musical este tema es perfecto, hermoso. Epic metal en su estado más puro. Un solo muy sentido, que realmente toca el corazón, se convierte en uno de los mejores del disco, pese a lo breve; líneas melódicas que van acordes a la temática; pues al inicio suena todo muy a triunfo, pero luego el ambiente se volca a una sensación de impotencia por la condena irracional que se aplicó a la guerrera. Además de un estribillo que siempre se repite dos veces, pero que en el segundo momento es diferente en términos de melodía; y que va cargado de fuerza, rabia, potencia.

Tras el último y aunque las llamas te abrasen la piel, nunca escucharán tu dolor”, comienza otro solo, mucho más sentido que el primero, y que realmente llega. Que tiñe de tristeza el ambiente con la solemne atmósfera que implica el hecho de que su ceniza” haya ascendido a los cielos. El final de la canción se alarga en un fade out. Realmente notable.


El LP continúa con La Sombra de la Bestia. Este tema nos cuenta sobre la clásica leyenda del hombre lobo. Cambia, deja salir a la bestia”, dice el estribillo de esta canción; que en su lírica, manifiesta un trasfondo mucho más amplio, en vez de limitarse a contarnos lo que es un licántropo.

Musicalmente hablando, es un tema rápido, así como uno de los pocos que no suena tan lejano como el resto de las canciones del disco. Tiene buenos riffs, bien gancheros; y además, Ángel San Juan utiliza un registro muy particular para cantar, especialmente en los precoros. Como siempre las melodías abundan, especialmente en las guitarras de fondo, que otorgan una atmósfera rica en matices.

El solo es muy melódico, y no pasa inadvertido. Sin duda lo más característico y destacable de esta canción son las guitarras. En especial por el riff principal. Finalmente, tras el último estribillo -muy coreable, por cierto- la canción va desapareciendo de a poco, luego de un alargado outro.



Dos Vidas (Prologo 'La Armada'), como su nombre insinúa, es una especie de prólogo para el siguiente tema. Este corto track de tan sólo dos minutos, hace su aparición con una melodía muy fluida, arrastrada, y suave; que va acompañada de profundas strings, así como de unos arpegios en guitarra. Nos cuenta una historia hermosamente conmovedora, sobre un par de hermanos que jugaban; pero su madre debió partir a otra tierra”, llevándose solamente a uno de ellos.

Un tema brillante por sus teclados y melodías. Muy sentido, y especialmente lindo en su final.


Contrario a su antecesor, La Armada Invencible hace una magistral aparición con un riff de guitarra, crudo y cargado de poder, que lleva nota pedal. Es un tema potente, rápido y realmente destacable. Especialmente por su gran final, que no revelaré, para no hacer spoiler.

Casi todos sus riffs están adornados con strings, y la voz de San Juan suena nuevamente a lo lejos, en un estilo que nos hace viajar hasta la época. Su estribillo, si bien es genial, gracias a las guitarras que lo acompañan, no es mayormente destacable, tampoco coreable. El solo de guitarra, en cambio, es muy exquisito, siendo uno de los más heavy del disco, sin dejar de ser melódico.

Al solo le sigue un interludio, que culmina con un verso que hace que este tema sea uno de los más bellos de todo el álbum. Finalmente, llega el último estribillo, pero con un par de líneas cambiadas. El final del tema es grandilocuente, apoteósico, y hasta romántico.


El Laberinto del Minotauro es una canción que realmente tiene aires de fantasía. Comienza con un riff donde las strings son destacables, al cual le sucede un solo de guitarra, muy melódico. Destaca particularmente, el registro que utiliza Ángel más adelante, en el verso. Un precoro destacable, da paso al estribillo, que es sin duda uno de los mejores del disco. Muy coreable.

Cabe destacar que en esta canción se aborda la leyenda, desde un punto de vista poco común. Refiriéndose constantemente a la condena que experimentan, no los hombres que son encerrados en el laberinto, sino del mismísimo minotauro. Este es mi reino, del que nunca pude escapar”, dice el estribillo de este tema, en el cual se señala que finalmente la muerte hace libre a la criatura.

Tras una risa maquiavélica, llega a nuestros oídos un solo muy particular, donde melodía y shred parecen ir de la mano. Más tarde es acompañado por voces choirs, en un interludio que da paso al último estribillo. Una gran canción. Realmente notable, en todo sentido. Finaliza, suavemente, con un teclado muy cautivante.


A esta canción le sucede un canto al amor romántico: El Amor de mi Vida. Toda una obra de arte, que sin duda se terminaría convirtiendo en una de las piezas más destacables, no sólo del álbum, sino también de Tierra Santa. Duerme un recuerdo, clavado en mi corazón. Es el recuerdo de mi amor”, son las líneas que Ángel canta, tras una hermosa intro en piano, sobre unos arpegios en el mismo instrumento. Tras unos cuantos versos, llega el precoro, cuya letra podría conmover hasta al más insensible de los corazones.

Luego, comienza otro verso, y la atmósfera de la canción suena un poco más llena, dado que una guitarra, limpia, comienza a tocar unos cuantos acordes menores. Asimismo, la voz de San Juan se torna un poco más desgarrada, poniendo de manifiesto cuanto extrañaría el hablante lírico, a su amada mujer. Hoy ella me inspira, siempre la amaré”, dice antes del segundo precoro, que da paso a un increíblemente bello estribillo. Muy coreable, muy potente y grandilocuente. 

A este le sigue un solo, muy melódico, sentido y fluido; donde la guitarra se asemeja bastante a la de Scorpions, y es que cuando se trata de power ballads parecieran ser los referentes por antonomasia. Finalmente llega el último precoro, donde la voz de Ángel San Juan es complementada con una bella voz femenina que da un fondo mucho más grande al tema. Lo mismo que en el estribillo.

Tras repetir la melodía principal en piano, la canción se apaga. Un tema muy hermoso, totalmente dedicable. Un verdadero poema.


La décima y penúltima canción, Mi Tierra, es una de las más genéricas. Y, si bien su letra me recuerda particularmente a mi país; me parece que las líricas están un poco lanzadas al azar. Aún así es una canción increíble, con líneas bellísimas. Que igualmente transporta a un mundo repleto de fantasía y belleza. Este tema es muy potente, melódico, y rápido a la vez. Especialmente por su riff principal en guitarra. Además, tiene uno de los mejores solos del disco, aún a pesar de la brevedad del mismo. 

El precoro, es tan coreable como el estribillo. Siendo ambos realmente notables e increíbles. Esto último especialmente por los destacables teclados que los acompañan, y por las tremendas guitarras que les suceden. El final es realmente apoteósico, aún cuando nos deje con ganas de escuchar un poquito más.


Una gran melodía principal, realmente exquisita, da comienzo al último tema del álbum. Titulado homónimamente, Sangre de Reyes es uno de los temas más potentes y rápidos del disco. No suena tan a lo lejos, como el resto de las canciones. Guitarras afiladas acompañan los primeros versos así como los precoros. Estos últimos están acompañados, nuevamente de voces femeninas. El estribillo, por su parte, es muy coreable, y está acompañado de hermosas guitarras melódicas, que son toda una exquisitez. 

El solo, que llega luego del primer coro, tiene un estilo muy neoclásico en su comienzo, pero luego se torna en uno de los solos más heavy de todo el álbum, siendo uno de los más notables. Y es que en este tema, las guitarras suenan increíblemente geniales. 

Finalmente, el último estribillo, cargado con todo su poder y acompañado de hermosas guitarras, da paso a un outro, donde las guitarras siguen haciendo sus melodías rápidas, con reminescencias a El Bastón del Diablo (Legendario, Tierra Santa); se arrastran hasta el grandilocuente y apoteósico final que, sin duda, nos deja con ganas de darle play de nuevo a todo el álbum. Un tema realmente brutal.


Sangre de Reyes finaliza entonces, de una de las mejores formas posibles. No tiene gran diversidad de estilos, tampoco temática; pero aún así es una joya, por todo lo que posee, y por los matices que los riojanos consiguen mezclar dentro de una misma canción. Porque Tierra Santa es capaz de hacer convivir al heavy metal con un estilo que es ya más cercano al de las power ballads -salvo por excepciones que son netamente metal, como Pegaso; o netamente ballad como El Amor de mi vida-, de una forma realmente espectacular. Prueba fehaciente de ello, es el gran último tema de este LP.
 
 

 

El álbum comienza con un preludio, que no es ni la típica intro, ni está en un track aparte al de la primera canción. Asimismo, aún cuando David y el Gigante comienza poco a poco a introducirnos en un mundo heavy metalero, esto no es impedimento para que el álbum se desarrolle, de manera fluida, hasta finalizar con toda la garra y potencia posible.

Tiene las partes rápidas precisas, y las partes lentas precisas. Y es que todo pareciera estar en su correcto lugar. Una balada me parece más que suficiente para calmar ánimos antes de un gran final, cargado de poder. Y cada canción logra un gran equilibrio en sí misma. Nada parece estar demás. Todas las canciones están, entonces, en su punto.

CALIFICACIÓN: 7.0


 

La composición es la clásica de Tierra Santa. Muy metal, aguerrida, potente, fuerte, melódica. Sin embargo, consiguen innovar, agregando detalles como las voces choirs, y muchas strings. Puestas en el lugar preciso, creando arreglos realmente bellos.

Además, algunas canciones vuelven a hacer gala de la habilidad de Tierra Santa para pasar de un estilo calmo a uno potente, crudo. Sobretodo por algunos pasajes musicales, realmente destacables.

CALIFICACIÓN: 6.5


 

Las líricas de Tierra Santa, como señalé en el anterior review, están cargadas de mucha retórica, utilizan muchas figuras literarias, y son poesía pura; pero eso no es todo, además son rebeldes, cuestionan, aman la libertad y la buscan. Y es que Ángel San Juan podría ser todo un exponente del romanticismo.

En este álbum, se han tomado algunas licencias. Abordando bastantes temas desde perspectivas poco comunes, tal es el caso de El Laberinto del Minotauro, incluso de Pegaso, donde se aborda la idea de que muchos le han perseguido para adueñarse de su belleza; también de La Ciudad Secreta, que nos cuenta acerca de la persecusión realizada a los cristianos, un tema que practicamente quedó en el olvido, cuando algunos de ellos se volvieron los perseguidores durante la inquisición; y de David y el Gigante, que reflexiona acerca de cual fue el verdadero desafío que enfrentó el pastor.

CALIFICACIÓN: 6.5


 

La interpretación es bellísima, en todo sentido. Sin embargo, se puede tornar plana, monótona, tras ir avanzando a lo largo del disco. Y es que, pese a que hay pasajes lentos, y otros rápidos, la voz de Ángel no es demasiado versátil. Aún así, cambia de registro en algunos espacios que lo ameritan, pero no tanto como se hubiese deseado. Los teclados, por su parte, parecen ser todos iguales en la primera mitad del disco, y todos iguales en la segunda mitad del mismo.

En cuanto al sonido, es realmente maravilloso. Las guitarras, junto con las strings y los choirs, están masterizados de manera increíble, sonando realmente bellos, en una mezcla sin precedentes. Amé, sobretodo, las guitarras de Sangre de Reyes, o las voces de fondo de El Amor de mi Vida, así como las tenues guturales de Pegaso, o el profundo beat de David y el Gigante.

CALIFICACIÓN: 6.0


 

En cuanto a originalidad, es un disco que claramente muestra un sello propio. Aún cuando guarde ciertas similitudes con su antecesor; y ni siquiera su predecesor suena como él.

Gracias a Sangre de Reyes, Tierra Santa se desliga totalmente del apodo de los maidens españoles. Acá es donde alcanzan un estilo realmente único. Acá es donde alcanzan su identidad. Teniendo en cuenta esto último, creo que no es necesario decir nada más.

CALIFICACIÓN: 7.0






Ya para concluir, quisiera señalar que este fue uno de los primeros discos que escuché como tal, pues Tierra Santa fue la primera banda que me cautivó realmente, y casi con la totalidad de sus canciones. Dicho esto, es casi una obviedad el hecho de que deseo recomendarles que escuchen este tremendo álbum, independientemente de si gustan o no del heavy metal, pues se aleja bastante de los paradigmas clásicos del estilo. Eso sí, sin dejar de serlo.

Muchas gracias por haber leído hasta acá. Si les ha gustado... ¡compartan, difundan el buen material que puedan encontrar por la web!. Me despido, deseándoles lo mejor para la semana que viene.


Ozewa.-

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